lunes, 26 de octubre de 2009

Santa sangre sin sentido.


Solían ser sexys sus sesiones sonrientes. Sexo suavemente sometido, sobre sedosas sábanas satinadas. Saltando sin sostén se sumergieron sutilmente; se seccionaron sin sentencias sinceras. Soñaron sopores sobre sólidos suburbios selváticos. Sedientos, sobrevivieron su sobria situación.
Satisfechos sangraron septiembres, salvajemente.
Seis. Sí, son seis.
Serpenteando soledades, sorteando sumisas siestas semanales, sabrán sentir su senda. Serán siempre socios, sin sombras.

Silencio.
Sssh.





9 comentarios:

  1. Eres una supertarada, que curiosamente también empieza por S.
    Bravo, que empieza por B.

    ResponderEliminar
  2. Saludos, simpáticas saltimbanquis.
    Suchas sracias.

    ResponderEliminar
  3. Sansón el asesino saduceo y los sesenta y seis sediciosos de Cesarea siguen todavía empalmados con esto.

    ResponderEliminar
  4. Y eso que me había dejado también a Silas 'El Sagaz' de Siria y siete disidentes. Es decir, recapitulemos: Sansón el asesino saduceo, Silas 'El Sagaz' de Siria, siete disidentes y los sesenta y seis sediciosos de Cesarea siguen todavía empalmados con esto.

    ResponderEliminar
  5. Saleroso señor,
    Samsagaz surfea Sesame Street, su software se sale.
    Siga sumando, s'ilvousplait.

    ResponderEliminar