sábado, 20 de febrero de 2010

EL ESCRITOR


El escritor vino y dejó muy claro que era escritor. Como no escuchó ningún "¡oh!" por nuestra parte, lo repitió un par de veces más. Y, vista nuestra indiferencia, decidió concluir que éramos retrasados. Sobre todo yo, la tontita a la que ponen ahí para que tome nota de los males de la gente con su letra de cría. Seguro que le extrañó que me dejaran usar un boli.
El escritor vino (como ya he dicho) y me contó su vida. Me daba pena decirle que no me interesaba mucho, y que no me impresionaban sus historias de mierda, así que le respondía con pequeños "ahá" que le hacían crecerse a medida que confirmaba su teoría de que era tonta.
El escritor me contó también que estaba escribiendo un libro. No me pareció demasiado sorprendente, dado que había repetido unas mil trescientas quince veces que era escritor (no las conté exactamene, es una cifra aproximada). A él pareció ofenderle que no corriera a hacerle una felación o algo por ser una de esas personas que saben escribir, así que me explicó que llevaba 9 años escribiendo ese libro, porque (cito textualmente) "es un libro largo, para que te hagas una idea, casi tanto como uno que tal vez te suene: Los Pilares de la Tierra, ¿lo conoces?". Aquí sí que consiguió dejarme con la boca abierta. Con la boca abierta y con unas ganas tremendas de decirle que no sé leer, pero me dió miedo que se marcara como meta en la vida sacarme de mi analfabetismo, así que no dije nada mientras en mi cabeza le clavaba en el ojo derecho el boli que tenía en la mano. Es un recurso de escape mental que utilizo mucho, os lo recomiendo.
El caso es que el escritor se fue, pero volvió al día siguiente. Ni que decir tiene que siguió con el capítulo dos de su nada apasionante vida y decidí que la única alternativa era ignorarle descaradamente. Hasta que escuché la frase que, una vez más captó mi atención: "¿sabes lo que significa plagiar?". Me encantaría decir que era una pregunta retórica, o que su voz sonó cargada de ironía, pero no. Era una pregunta real y literal. "Plagiar signfica copiar". Y en mi asombro sólo pude balbucear un "hasta luego" y darme la vuelta apretando muy fuerte el boli mietras, en mi cabeza, su sangre salpicaba mi cara y escribía con letra de cría: "TONTITA".

2 comentarios:

  1. No te quedes con tanto mal dentro, luego te quedas estreñiiiida estreñiiiida y ese HIJODEPUTA ni siquiera lo sabrá. Te dedicaré mi próximo tuit.

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  2. Lo de HIJODEPUTA no lo sabes tú bien, que aún seguimos a vueltas con él. Le tenía que haber clavado el boli a tiempo.
    Mierda, odio llegar tarde, ahora nunca sabré qué tuit fue el que me dedicabas...

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